«muy bien planteada la ideación de los protagonistas en el guion, claramente verosímiles y con una correcta evolución […]. Le pierde el tono reivindicativo, los paralelismos con la actualidad y las prisas por mandar alto y claro un mensaje que ya todos conocemos»
Año: 2020
Director: Melina Matsoukas
Reparto: Daniel Kaluuya, Jodie Turner-Smith, Chloë Sevigny, Bokeem Woodbine
País: Estados Unidos
Duración: 132 min
Género: Drama
Puntuación: ★★☆☆☆
Sinopsis
Tras una ligera infracción de tráfico, un hombre (Daniel Kaluuya) y una mujer de color (Jodie Turner-Smith) que disfrutan de su primera cita, son parados por la policía. Una situación que no debería tener mayores consecuencias acaba de forma trágica cuando el hombre mata al oficial de policía en defensa propia. Aterrorizados y temerosos por las consecuencias, ambos se ven obligados a huir. Pero el incidente ha sido grabado en vídeo y se vuelve viral, y la pareja se convierte involuntariamente en un símbolo del trauma, el terror, y el dolor que aflige a la gente por todo el país. Mientras conducen, estos dos azarosos fugitivos se descubrirán a sí mismos en las más terribles y desesperadas circunstancias, y forjarán un profundo y poderoso amor que revelará su humanidad compartida y determinará el resto de sus vidas. [Cines Golem Yamaguchi]
Análisis
Vibrante historia de persecuciones y huida hacia adelante, de abandonar todo sin poder mirar atrás, de aprovechar los pequeños detalles de cada día. Queen & Slim retoma de manera canónica el subgénero del fugitivo, logrando que el espectador empatice sin dificultad con quienes infringen la ley y escapan de la justicia. Por supuesto, no de cualquier manera, sino en un coche por las carreteras de varios estados norteamericanos. Desde el inicio, la cámara sitúa al mismo nivel a los dos protagonistas. El filme abre con un encuadre de los dos comiendo en un restaurante, frente a frente. Y es que el filme no se entiende sin la presencia del otro; su destinado está sellado, son un dúo, una unidad dramática, padecen los mismos acontecimientos y están abocados a un mismo final. Desde aquel encuadre, no hay separación posible.
Y a la vez, la gracia de la película reside en el contraste entre ambos. Ella es una abogada independiente, planificadora, exigente, maniática y un tanto arrogante. Él es un hombre sencillo, familiar, sin grandes expectativas ni ilusiones, tranquilo y con sentido del humor. Los dos se enfrentan de diferente manera a la decisión de huir y desarrollan diferentes planes para salir airosos, pero constantemente dialogan entre ellos y chocan contra los defectos del contrario. Así, está muy bien planteada la ideación de los personajes en el guion, claramente verosímiles y con una correcta evolución. Además, su dilema de seguir hacia adelante sin pensar o detenerse en el camino para disfrutar del viaje plantea una interesante reflexión: ¿hacia dónde se dirigen? ¿Solo importa el destino final o también el viaje? Si mañana morirán, ¿conviene aprovechar las oportunidades nacidas durante el trayecto? Las gasolineras, los talleres, los bares de carretera y los cementerios son lugares en donde se encontrarán con personas de quienes pueden aprender y volver a sentirse humanos. No obstante, se echa de manos mayor profundidad en los secundarios. Realmente los protagonistas absorben todo cuanto se cruza a su paso, y no se entiende por qué quienes les ayudan o condenan hacen cuanto hacen. De hecho, tampoco queda del todo claro porqué sucede el incidente incitador que da pie a su huida.
Y es que Queen & Slim no termina por convertirse en el elocuente filme de persecución que podría ser, tanto por lo anterior como negarse a conceder una voz autónoma al drama y a sus personajes. Le pierde el tono reivindicativo, los paralelismos con la actualidad y las prisas por mandar alto y claro un mensaje que ya todos conocemos. Son demasiados los momentos en los que nos desentendemos del dúo protagonista -aunque se nos quiera hablar de ellos- para contarnos el trato recibido por los negros a manos de policías blancos, de primero disparar y luego preguntar, del apoyo de sectores negros a su causa por la intolerancia policial y de cuanto sucedió hace tantos meses o tantos años. Quizá es más honrada la primera parte del filme que la segunda, cuyo final -sin ánimos de hacer spoiler- es un ejemplo manifiesto que reivindicaciones, homenajes, «queremos hacer justicia» y «esto debería ser contado». Si el drama es fiel a sí mismo, esto sobraba.
Como también sobraba la extensa secuencia de sexo explícito en el interior del coche, hilada mediante el montaje con la carga policial durante una manifestación. Uno de los momentos más emotivos del filme se podría haber saldado sin exhibir desnudo al dúo protagonista. Además, se habría recortado un metraje innecesario, teniendo en cuenta los 132 minutos de duración. Paja. No obstante, entre aquella paja uno puede entretenerse con una entretenida persecución de carretera, donde no falta el suspense, el ingenio y las miradas a las manecillas del reloj.
Ciudadano Purbez 